En la era 2.0, nuestro público dispone de una cantidad de información no solicitada que le satura… pero también ha aprendido a utilizar esa riqueza de información a su favor.
¿A quién hacemos más caso a la hora de decidirnos por la compra de un producto o servicio?
A nuestros amigos, por supuesto.
Con solo buscar en su red social, hoy día nuestro prospecto 2.0 puede obtener montones de opiniones de productos y servicios de todo tipo, por parte de sus amigos, y de amigos de amigos, y de amigos de amigos de amigos…
Incluso puede encontrar opiniones sobre un distribuidor, comercial o afiliado en concreto, para saber si es “el mentor adecuado” o no.
Eso es una influencia muy fuerte. Más vale que sepas ponerla a tu favor…
El prospecto 2.0 tarda MUCHO MÁS en decidirse, y nos va a pedir MUCHO MÁS valor antes de empezar siquiera a valorar la posibilidad de comprarnos o de afiliarse con nosotros. Debemos aprender a MANTENERLO CERCA MIENTRAS DECIDE, aportándole contenido de valor constantemente.
Mientras tanto, el prospecto 2.0 incluso va a utilizar las redes sociales para investigarnos y compararnos a nuestras espaldas.
Los que no cumplen lo que prometen son detectados y descartados rápidamente en la escena 2.0.
La alta velocidad a la que viaja la información gracias a las redes sociales es insuperable, por lo que un solo error en nuestros esfuerzos de marketing puede convertirse en una imparable bola de nieve que arruine nuestra reputación online PARA SIEMPRE.
Es obligatorio aprender a CONSTRUIR Y MANTENER una CONFIANZA y una CREDIBILIDAD, elevando nuestros estándares de ÉTICA, HONESTIDAD y TRANSPARENCIA al máximo.
De este modo el efecto bola de nieve será positivo, y pronto podremos disfrutar de gran cantidad de clientes visitando nuestra web con la tarjeta de crédito en la mano.
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